Mujeres y hombres de verdad

Después de que mis queridas amigas de letras me crucificaran una y otra vez por no haber visto Casablanca y como no soporto más esas caritas que me ponen cuando les digo que no la he visto, me he visto en la obligación, con bastante retintín debo decir, de verla finalmente. La película está bastante bien, pero eso no viene al caso.

El caso, es que después de verla me ha quedado un regustillo amargo en la boca y no sabía por qué, así que he decidido, como siempre que no comprendo algo, sentarme, hacerme con unos cuantos cigarros y un poco de Sinatra y dedicarle al asunto una entrada.

Resulta, amigos y amigas, que quizá el problema es que ya no queden mujeres y hombres de verdad. Personas con una ética y una moral intachable, que luchan por grandes causas, que eran capaces de hacer precioso un 'fracaso'. Eran tiempos elegantes, en su forma y en su fondo. Vivieron épocas difíciles, sí, pero al mismo tiempo una canción (play it again, Sam), una palabra, una mirada, parecían tan importantes, tan llenos de significado...

No estoy diciendo que ahora no haya ese tipo de cosas... simplemente no parecen tan reales, es como si con el paso del tiempo todo se hubiese ido diluyendo...
Las palabras, los besos, las miradas... ¿se nos han gastado de tanto usarlas?

¿Por qué ahora se admira a las Paris Hilton en lugar de a las Ingrid Bergman, y en qué lugar se quedaron exactamente las Curie? ¿En qué momento los tíos hormonados pegando patadas a diestro y siniestro empezaron a ser más apetecibles que un elegante y misterioso Humphrey? ¿En qué momento exacto decidimos que era más interesante coleccionar un montón de historias con interés relativo a una o dos de verdad? Y lo más importante de todo, ¿en qué momento nos convertimos en unos perritos conformados que no intentan cambiar un poco las cosas, rebelarse, reaccionar?

¿Acaso necesitamos de una enorme crisis para que salga lo peor pero también lo mejor de nosotros mismos?

Y aun digo más, pero... ¿qué crisis? si el planeta lleva en crisis años y años!! Hay millones de causas nobles por las que luchar, ¿por qué no lo hacemos? Os diré el por qué: porque no nos importa. Somos tan egoístas que nada nos importa hasta que no nos afecta directamente a nosotros mismos...

Pues aquí lo tenemos chavales, aquí nos llega una buena crisis de narices... ¿será eso lo que nos hace falta para volver a convertirnos en hombres y mujeres de verdad?